UNA HISTORIA PARA BEBER
Tenemos el placer de presentar una cerveza muy singular, nuestra nueva cerveza de temporada que es el resultado de la unión de dos caminos, dos viajes, dos historias de vida de esfuerzo y dedicación que pueden disfrutar a continuación.
LA BIENAL DE ARTE MIRAMAR
La historia comienza en marzo de 2017 en la Tercera Bienal Internacional de Arte Miramar, evento bianual de Muralismo, Escultura y Arte Público en el que participan artistas de todo el mundo y se realiza en el Parque Cultural de la Bienal (ingreso a Miramar, Buenos Aires, Argentina, por Ruta Prov. N° 11, junto al Natatorio Municipal). Esta Tercera edición, se realizó con la consigna artística «El Agua, fuerza creativa, nutriendo culturas» y comprendió la ejecución de murales en las técnicas utilizadas previamente (mosaiquismo, esgrafiado, trencadis) sobre los muros laterales del citado natatorio, de cara hacia el mar, además de la realización de esculturas adyacentes. Una movida –sin ningún tipo de competencia- por demás trascendente, de altísimo nivel artístico y cultural, excelente organización, que jerarquiza a la ciudad por la calidad de los artistas y su legado a la comunidad.
LOS PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA
Fernando, Ivan, Natalia y Edgardo junto al glorioso Fusca.
Iván Alexis Teryda, 24 años, nacido en Miramar, Técnico en Mosaico Artístico egresado de la Escuela Yrurtia de Mar del Plata. Un apasionado, inquieto y creativo artista, autor y co-autor de diversos murales en Mar del Plata, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Bolivia.
Edgardo Daniel “El Maguito de Oz” Russo, 57 años, Licenciado en Sistemas, nacido en Buenos Aires, residente en Miramar. Edgardo, un “tecno” por excelencia que no puede disimular sus dotes artísticas después de años de estar acompañando las movidas muralistas, junto a su amigo Iván, aportando ideas y soluciones creativas en propuestas para nada fáciles.
Andrés Caldas, 35 años, Maestro Mayor de Obras, nacido en Buenos Aires, ex bancario, devenido en entusiasmado artista luego de su interés por retratar sistemáticamente los personajes de la playa durante sus veraneos en Miramar. Chicos, padres, abuelos, y demás personajes caricaturescos han cobrado vida a lo largo de las temporadas de la mano de Andrés.
Natalia Sofía Teryda, 26 años, nacida en Miramar, Bióloga egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata, condenada de por vida al sucio trabajo de empastinado y limpieza de los murales de su hermano Iván.
LA IDEA
En esta oportunidad, Iván aspiraba a participar en la Tercera Bienal de su ciudad natal con una obra de su autoría como gran desafío personal, cuestión que no pudo concretarse. Al ver que su sueño se desvanecía, alguien le sugirió a Iván que se autoconvocara. Y lo tomo literal: pensó inmediatamente en el auto – un viejo Volkswagen Escarabajo de Edgardo, su amigo del alma, con la idea de intervenirlo y llevar su propio “mural” al predio para unirse a la fuerza creativa de sus colegas y amigos artistas.
EL AUTO
Corría enero de 1980. Edgardo terminaba su residencia de tres años en Brasilia, luego de acompañar a su padre. “Nos vemos en Buenos Aires”, le dijo a sus padres, pero no desde el aeropuerto como podría esperarse, sino al volante de su flamante Volkswagen “Fusca” o “Escarabajo”, y dispuesto a recorrer los 3600 kilómetros hasta Buenos Aires, su destino final. Portador de un contagioso efecto samba se lanzó a la aventura. Pero quien piense en una aventura épica, rodada en la inhóspita selva brasilera con un Edgardo luchando contra feroces animales y escapando de tribus caníbales, está totalmente equivocado. La peligrosa aventura fue recorrer los 3600 kilómetros de impecable asfalto visitando cuanto pub se le cruzara en el camino de festejo en festejo. Fiel a su Brasil de origen, más cerca del tango que de la samba, ya en Argentina, el Fusca supo reflejar el espíritu de “o mais grande do mundo”. Bajito, tuneado por donde lo mires, el equipo de audio más potente, un infierno de parlantes, las gomas más anchas, la bocina más fuerte, y por sobre todo, la mejor buena onda del mundo rodando por la calles ávidas de conquistas femeninas. Víctima de chapistas irresponsables y luego de una serie de frustradas reparaciones, el viejo Volkswagen, olvidado con el correr de los años, cayó en las garras del óxido con destino incierto hasta la llegada de la propuesta de Iván. De allí en mas, quedaría a las resultas de una idea que debía redondearse de inmediato para no perder la oportunidad de la Bienal.
EL PROYECTO
Esta vez, la propuesta de Iván y Edgardo convocando a su común amigo Andrés y a Natalia sonaba más que interesante e implicaba el renacimiento del histórico y exitoso Fusca. Decidieron entonces seguir adelante con la loca idea bajo estricto secreto, coincidiendo desde un principio que el diseño debía reflejar el espíritu de una época y de lo que el auto significó para Edgardo y sus compañeros de aventuras de ese entonces. ¿Cómo podría expresar el Escarabajo esa consigna? El Escarabajo es atemporal, desde siempre fue un símbolo y su diseño reestilizado hoy perdura. Hasta se dice que flota. Ubicarlo en un pasado glorioso necesariamente debía ser asociado con la música que marcó los ’70 y ’80, apreciada hoy simultáneamente por abuelos, padres, nietos y bisnietos. Pink Floyd, Beatles, Rolling Stones… Submarino Amarillo, Magical Mystery Tour, The Wall. The Wall, la pared, un símbolo, el mural de Iván, esta vez derribando obstáculos y a su vez construyéndose sobre ruedas. Y es así que el proceso de diseño y acondicionamiento comenzó usurpando el bello y prolijo jardín de “Betty”, la mama de Edgardo, con la etapa de pulido a chapa y tapado de agujeros del pobre Escarabajo, continuando el resto de las etapas en el garaje de la casa de Andrés. Lo fundamental del grupo: garra, amistad, trabajo de equipo y amor al arte.
LA EJECUCIÓN
El Volswagen permaneció en secreto hasta el momento de aparecer, estruendosamente ante los asombrados visitantes y sorprendidos artistas, el domingo 19 de marzo en el predio de la Bienal, lugar donde comenzó la ejecución de la obra con la misma técnica de las demás: mosaico artístico con azulejos y venecitas como material. El mural sobre ruedas se integró de inmediato a la movida gracias a la buena onda y corazón abierto de los artistas y de los organizadores del evento. Muchas horas de charla de sol a sol, horas de trabajo, buena música retro y enchastre cementicio de pies a cabeza de los protagonistas identificaron a la obra itinerante ante la asombrada mirada del público y sus inevitables preguntas: ¿Anda? ¿Tiene motor? ¿Es un Fitito? ¿Quedará acá en el predio? ¿Cuánto pesa?. El Volkswagen poco a poco fue tomando forma constituyéndose en un punto de reunión donde muchos colegas se acercaron para ayudar a colocar con sus manos los trozos de azulejos que hoy lo caracterizan.
LA CERVEZA
Y en el final de esta loca historia, aparece otro protagonista: Leonardo “Leo” Luffi, Brewmaster de Baum. Leo tiene la firme convicción que en tiempos de maridajes, más allá de las comidas, las buenas cervezas van de la mano con buenos momentos; con aquellos buenos momentos que son el resultado de soñar despierto. Por ello aceptó el nuevo desafío de acompañar y homenajear a los artistas con sus sueños, diseñando una cerveza acorde al espíritu de la obra. Lluvia de ideas, alquimistas a full, aparecieron de a poco las consignas. La primera, -fundamental-, que tenga propiedades antioxidantes para el oxidado Escarabajo y para los oxidados artistas: IPA es la cerveza!; la segunda, que evoque el Magical Mystery Tour, memorable doble álbum de los Beatles: entonces doble IPA!; la tercera, si se trata de un Volkswagen Beatle 1980: que la doble IPA salga con IBU 80!. Y la cuarta, que necesariamente deba beberse entre amigos. Esta es la cerveza que presentamos hoy junto con una historia para beber: MAGICAL MYSTERY IMPERIAL IPA.
Por Fernando Teryda – Miramar – Mar del Plata, abril de 2017.